¿Por qué empezar una relación como una amistad?
Plantear el ser amigos en los comienzos de una relación que pretende ser duradera o para siempre y, pasar al ámbito romántico después, es una buena forma de conocerse e ir consolidándose seriamente. Es muy probable que en algún momento hayas escuchado decir a alguien que su pareja es su mejor amiga/o, bueno, pues esa relación tiene mucho futuro.
Iniciar una relación primero como amigos permite que ambas partes creen un vínculo, un conocimiento mutuo que debería ganar confianza y libertad fundamentándose desde un inicio en el amor a Dios, y así para adelante en todas las etapas de la vida. Esto permitirá, entre otras cosas poder expresar y comunicar todo lo que sientan de una manera mucho más efectiva para su relación.
Una relación inicial basada en la amistad nos permite conocer a alguien con más objetividad. En esta etapa nadie debería intentar impresionar, de tal manera que en Quien creemos y lo que vemos será lo que realmente existe en la otra persona. Por esta senda existirá una probabilidad muy baja de llevarnos sorpresas más adelante en nuestro camino y, cuando se inicie la etapa de la relación romántica se conocerá aún más a fondo a la otra persona.
La confianza irá afianzándose y se establecerá, Dios mediante, para toda la vida. Cuanto más tiempo lleven de amigos, más situaciones habrán vivido juntos y más seguridad sentirán el uno con el otro. Esa confianza hace que no haya miedo ni de engaños, ni de expresar sentimientos, tampoco habrá necesidad de inventar historias. Sabes que la otra persona estará a tu lado y Dios en el medio de ustedes en cualquier circunstancia de vuestra existencia terrena juntos.
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